Evaluación de programas de prevención

  
Conocer las causas sociales, institucionales y de las mismas comunidades, que facilitan que la delincuencia crezca, nos permitirán combatirla.
Los que consideran que serán únicamente las autoridades quienes resolverán el problema de la inseguridad, esperan un milagro que difícilmente atestiguarán. La seguridad no es algo que surja como consecuencia de los aspectos disuasorios de la ley o de la represión de los delincuentes, sino de la prevención de la delincuencia.

Las investigaciones y estudios formales señalan que el crecimiento de la delincuencia se debe a una serie de causas interrelacionadas, que se identifican principalmente en tres categorías:

Causas sociales.
Donde las situaciones de exclusión provocadas por la marginalización, desempleo, baja educación, deserción escolar, las modificaciones en las estructuras de las familias y la violencia intrafamiliar, entre otros, constituyen factores que si bien no son condicionantes, representan el caldo de cultivo perfecto para la violencia y la delincuencia.

Causas institucionales.
Principalmente por la existencia de sistemas de justicia penal (policía, justicia, cárceles), que no son sistémicos, justos y punitivos, ni adecuados al crecimiento y desarrollo de la delincuencia.

Causas ligadas al entorno.
La falta de planificación, la carencia de servicios, la ausencia de un concepto de seguridad en las políticas urbanas, el deterioro o abandono de los espacios públicos.

Por lo anterior, debemos trabajar con base en tres principios: solidaridad, aplicación de la ley para todos y la prevención, siendo ésta última el eje central a través del cual, más allá de elevar bardas, instalar equipos de seguridad y alarmas, se motive a la población a identificar las causas del problema y buscar las soluciones del mismo.

Si bien el gobierno ha instrumentado una serie de programas a nivel nacional, estatal, regional y local en materia de prevención, las personas debemos, además de conocerlos y comprenderlos, evaluarlos, pues sólo así, mediante un ejercicio de participación ciudadana, lograremos cristalizar los objetivos de beneficio común.

Comentarios