Extorsión con secuestro virtual

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Los extorsionadores telefónicos han ingeniado diversas argucias con múltiples variantes a lo largo del tiempo, conformando "modus operandi" extorsivos que, ante una persona desinformada o desprevenida, logra redituarles jugosas ganancias.

Una de las últimas modalidades detectadas, es la de extorsión con secuestro virtual:

El extorsionador realiza llamadas telefónicas a números de "línea dura" (no celulares), buscando hablar preferentemente con un menor de edad, adulto mayor o con quien logre mantener escuchándolo; atemoriza a la persona haciéndole creer que pertenece a una peligrosa organización criminal y debe seguir al pie de la letra sus instrucciones.

Acto seguido solicita a la víctima que le proporcione su número telefónico celular, al cual llama en ese mismo momento desde un segundo teléfono y le exige que no interrumpa la comunicación o, de lo contrario, le harán daño a ella o a su familia.

Indica, asimismo, que deje descolgado el teléfono de la línea dura, tome el dinero y objetos de valor que tenga en la casa, que desordene todo lo que pueda en el interior -para simular una escena de violencia o saqueo- y salga de su domicilio.

Le ordena a la persona acudir a una tienda de conveniencia o autoservicio para que adquiera un teléfono celular nuevo, le solicita su número y le exige que se traslade y hospede en un hotel. Una vez dentro de la habitación, se le indica a la víctima que conecte y encienda su nuevo teléfono, al cual el delincuente llama de inmediato y le pide apagar su teléfono celular personal.

El delincuente, entonces, se comunica al domicilio de la víctima mencionando, a quien conteste, que su familiar ha sido secuestrado y se encuentra en poder de la banda criminal. La persona que contesta la llamada podrá, incluso, interrumpir la comunicación para intentar localizar a su familiar llamándole a su teléfono celular, no obstante, el teléfono de la víctima se encuentra apagado.

El extorsionador se comunicará de nueva cuenta con el familiar y, para "demostrarle" que tiene secuestrada a la persona, hará un enlace telefónico sobreponiendo los teléfonos celulares -con el que mantiene la llamada con la víctima hospedada en el hotel y con el que llama al familiar- para que intercambien algunas palabras y no le quede la menor duda l familiar de que la persona se encuentra en su poder.

El delincuente solicita rescate por la persona "secuestrada", mismo que deberá ser entregado mediante depósito bancario o envío exprés de dinero.

Bajo esta misma modalidad, son utilizados otros argumentos en la llamada inicial a la víctima, donde se indica que se realizará un operativo policial o militar en la colonia y que habrá un tiroteo, obligando a la familia entera, por seguridad, a salir de su domicilio, adquirir el teléfono, hospedarse en el hotel a donde les indican que los tienen vigilados y proceden entonces a solicitar rescate a otros familiares.

El delincuente, de igual forma, un supuesto miembro de un grupo delictivo, indica a la víctima que tiene conocimiento que desde su teléfono realizó una denuncia anónima, que les costó el aseguramiento de drogas, armas, vehículos, dinero y gente, procediendo a amenazarle e intentar extorsionarle.

No debemos perder de vista que, en México, el delito de extorsión ha crecido de manera formidable hasta convertirse -de acuerdo con el ENVIPE 2019 del INEGI- en el segundo delito de mayor incidencia (17.3%), con una tasa de 6,542 extorsiones por cada 100,000 habitantes, donde en el 91.6% de los casos el delito se cometió vía telefónica y el 7.1% de las víctimas entregó lo solicitado por el delincuente.


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